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viernes, 1 de septiembre de 2017

Reseña: El perfume, de Patrick Süskind

Reseña: El perfume, de Patrick Süskind
Género: Novela histórica, terror
Época: Francia del siglo XVIII


Portada del ejemplar en inglés que poseo, edición de Penguin Group 


Sinopsis:

Jean-Baptiste Grenouille es abandonado en las asquerosas calles siendo tan sólo un niño, pero crece para descubrir que tiene un don extraordinario: un sentido del olfato más poderoso que el de cualquier otro ser humano.
Pronto, él comienza a crear las fragancias más sublimes de París. Sin embargo, hay un olor que no puede capturar. Es exquisito, mágico: la esencia de una joven virgen. Y para poseer dicha esencia tiene que matar. Y matar. Y matar…


Análisis (SPOILERS):

Debo decir que la primera vez que leí este libro tenía catorce años y fue justamente este clásico uno de los libros que me abrió las puertas al maravilloso mundo de la literatura. 

El personaje principal, Jean-Baptiste Grenouille, es tan complejo y está tan bien construido que a veces me descubrí justificando sus acciones. Él nace un día de mucho calor, exactamente el 17 de julio de 1738 — el autor nos da fechas, horas, días y lugares con una exactitud casi quirúrgica. Su madre lo deja entre las tripas de pescado del puesto donde trabajaba para que se muriera, tal y como había hecho con los hijos anteriores, pero esto no pasa con Grenouille. En un intento desesperado por apegarse a la vida, el bebé llora y lo encuentran entre un enjambre de moscas. La madre es acusada de infanticidio y es así como Grenouille condena a su madre a muerte por el único hecho de existir. 

El niño crece en el orfanato de Madame Gaillard, una mujer sumamente cruel que había perdido el sentido del olfato debido a un golpe que le propinara su padre. Un detalle interesante es la manera como el autor relaciona todo el mundo que gira alrededor de Grenouille y los personajes secundarios con el sentido del olfato. En el orfanato es que Grenouille percibe que es especial y tiene un don único que lo hace sentir incluso el olor de las piedras, ¡hasta las que están debajo el agua! Grenouille es vendido a un curtidor de pieles, Grimal. En el libro se describe que Grenouille supo por el olor que despedía el hombre que sería capaz de matarlo por la más mínima razón. 

Un día en el que había ido a entregar unas pieles, Grenouille percibe un aroma delicioso que nunca antes había olido. Süskind describe los olores con tanta minuciosidad que da la sensación de estarlos percibiendo en ese mismo momento. Por lo menos a mí me pasó así, imaginándome el aroma resultante de la combinación de la seda y la leche o la mezcla del olor de las almendras y los nenúfares. Grenouille sigue el rastro del aroma y se sorprende cuando encuentra la fuente de donde proviene: una muchacha. El protagonista no puede creer que una esencia tan sublime venga de un ser humano porque, como se dice muchas veces en el libro, las personas en aquella época apestaban. Grenouille se acerca a la joven para percibir mejor su olor pero no duda en estrangularla cuando ella lo descubre. En el libro no hay propiamente escenas de sexo pero sí un ligero toque de erotismo, en varias ocasiones se describe la desnudez y la belleza física de las muchachas. 

Grenouille sobrevive a varios años de trabajos en la curtiduría hasta que es contratado por el perfumista Giuseppe Baldini, que queda sorprendido por las dotes olfativas de Grenouille cuando este reproduce fielmente la fórmula de un perfume muy popular creado por un competidor del perfumista. Pero Jean-Baptiste no se conforma con que su vida haya mejorado considerablemente al lado de Baldini, quiere más, quiere saber la esencia de todo lo que lo rodea y poseer los olores. Es así como Grenouille emprende un largo viaje para descubrir la forma de extraer los olores de los objetos y principalmente de las personas. Su obsesión pronto se convertirá en locura cuando se traza el objetivo de crear un perfume tan exquisito, compuesto por la esencia de muchachas vírgenes, al cual nadie se pudiese resistir y que lo haría ser amado por todos sin excepción. Un dato a resaltar es que Grenouille no tenía un olor propio, o sea, él podía captar el olor de todo lo que lo rodeaba, absolutamente todo, pero no podía percibir el suyo.

El final me sorprendió tanto… tanto, que cuando acabé de leer me quedé con la boca abierta. Es el típico final en el que se cree que el protagonista por fin alcanzó la meta — lo que más quería en el mundo — pero aquello tan ansiado termina por no satisfacerlo y la historia da un giro inesperado.

Es cuando uno se da cuenta que el objetivo de Grenouille, además de crear y poseer el perfume más exquisito alguna vez creado, era ser amado y aceptado por sus semejantes. Finalmente se comprende lo mucho que puede afectar a una persona sentirse aislado y menospreciado por la sociedad donde le tocó vivir. Y esto nos lo sabe transmitir muy bien Süskind a lo largo de la historia y principalmente al final.


Conclusiones:

Después de la primera vez me lo he leído unas dos veces más, una de ellas en inglés (cuya portada incluyo al inicio de esta reseña). Es un libro altamente recomendable y obligatorio para todos los amantes de la literatura.






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